Crónica de la carrera de Antonio Martínez:
Satisfacción total por lo sufrido, vivido, disfrutado y compartido el día de ayer en las 8 Horas de Resistencia de Linares. Impresionante entorno al lado de un campo de golf, en un entorno natural el plana sierra al sur de Despeñaperros. Un circuito todo verde, senderos divertidos y en parte técnicos, cruzando por antiguas minas de plomo, todo plagado de enormes y majestuosas chimeneas centenarias, montes, sembrados, trialeras con paso complicados, subidas duras del 15%, vamos un conjunto inmejorable para un evento de este tipo.
A las 9:00 ya estábamos en las inmediaciones donde el amigo Cesar ya nos había indicado como y donde acceder, quedamos también con Bruno que se nos iba a unir a la expedición Gobik, y entre todos montamos la carpa y todos los bártulos para pasar el día.
Todo preparado, nos dirigimos al arco de salida, saludamos en persona amigos que llevamos tiempo conociéndonos virtualmente, una pequeña charla y puntualmente se da la salida. Primera vuelta neutralizada pero al muy buen ritmo para reconocer el circuito, aunque pronto cada uno vamos cogiendo nuestras posiciones naturales, paso por meta y ya prácticamente la carrera lanzada.
Ya calculo que cada vuelta será sobre 1 horas, por tanto, y por lo que me comentan gente que la ha hecho otros años, esta segunda vuelta es la que hay que darlo todo, para computar el mejor tiempo posible y que sirva para hacer las clasificaciones finales. Pues nada detrás de algunas referencias, vamos al 80%, no voy ni debo gastarme físicamente balas que luego me falten. No por ello en puntos concretos arriesgo para aprovecharme de gente que se conoce el circuito de memoria.
Segundo paso por meta y voy muy bien, alegre y buen ritmo, quiero aprovechar para estabilizar un puesto y luego mantenerlo, pero en una subida dura, y aunque pongo planto pequeño para no forzar cadena, esta decide ser protagonista en el día de hoy y si me rompe. Más de 8 años sin romper cadena y hoy ya tocaba. Plan B activado, corriendo hacia abajo hacia unos voluntarios y preguntando a todo el mundo ¿troncha cadenas? , nada nadie tiene, corriendo hacia arriba y sentido carrera, preguntando y voceando a todo el mundo, nada, empiezo a desesperarme, el tipo pasa, estoy en la parte más extrema de la meta, no puedo continuar, sigo andando y veo a un motorista y si … lleva troncha, uffff, salvados, muy amablemente me la arregla y reiniciamos carrera. Calculo haber perdido unos 15 minutos.
Por detrás llega el amigo Bruno con su Chupacabras y mientras reactivo nuevamente cuerpo y alma, me pego a él como una lapa para continuar. Me comenta que vamos muy bien y que esto es muy largo, que no me preocupe. Nuevo paso por meta y otra vuelta, siempre detrás de la Chupacabras que en las bajadas, es un misil, se me va, menos mal que en los llanos es mi fuerte, donde aprovecho un arreon de un Orihuela Bike y me pongo a su rueda, Bruno no tiene capacidad de reacción y nos vamos, aquí dejo de ver al amigo Bruno para el resto de la carrera.
Empezamos a lo que considero «atravesar el desierto» y no es otra cosa que entrar en las horas centrales del día, las 2 y 3 de la tarde, son horas biológicas muy desconcertantes, son clave para este tipo de carreras, no puedes hundirte, sobre todo psicológicamente, además de las extrañas sensaciones físicas, estamos hablando de las 5 horas de carrera. Pero al pasar por cada paso de meta, compruebo en el reloj que voy clavando los tiempos, exactamente 60 minutos por vuelta. A partir de ahí me animo, ya que empieza la cuenta atrás, eso es fundamental para buscar el equilibrio y la compensación entre el cansancio acumulado y las ganas de que esto termine, vas balanceando sensaciones de un lado hacia otro, lo que pierdes en las duras subidas por el cansancio, lo vas ganando en las bajadas por la confianza ganada al conocértelas de memoria. Eso sí, manteniendo al máximo la concentración y no cometer errores y despistes causados por el cansancio.
Ultimo paso por meta, siempre atendido por los compañeros y la «Gran Capitana» del equipo, Sonia, atenta en todo momento de nosotros, eso sinceramente es de agradecer y no tiene nombre, lo vive como nosotros, si no más.
Esta última vuelta, no siendo ya decisiva, sigo pasando gente, bueno más gente, digamos cadáveres, no arriesgo nada, ni la cadena, ni un posible reventón o pinchazo, apretando en los llanos y cruzando la línea de meta con más de 153 km. y 2300 D+ en 8 horas.
Exhausto pero entero me tumbo en una silla en la carpa, ya con los compañeros y una cerveza en la mano, empezamos a comentar los resultados y las experiencias de cada uno, mientras le dábamos tiempo a que mi alma llegase. Ducha que me sienta fenomenal, cerveza con el amigo Bruno, charlas con amigos y conocidos mientras esperamos que los jueces dictaminaran sentencia. Publican datos y …. Si señor, 3º en Pareja Máster 30 para Oliver y Mudor, más e inesperado 3º puesto en Máster 50 para Bruno. Buaggg impresionante, fenomenal, enhorabuena, todo un éxito el conseguir pódium en este tipo de formatos, y más aún en esta prestigiosa carrera donde se había dado cita lo mejorcito de la Comunidad Andaluza.
Yo personalmente no tengo ni idea de cómo he quedado aun, ya que solo han publicado pódium, pero teniendo como vencedor absoluto de la general individual a un Máster 40 y campeón del mundo de policías y bomberos, pues solo me cabe sentir una enorme satisfacción el poder competir con gente de este altísimo nivel y que a mis 47 años, tengo totalmente fijos los pies en el suelo.
Recogemos bártulos y para casa, sanos y salvos, y con otra experiencia más sobre nuestras piernas, solo le pido a dios, salud y ánimos, para que esto dure muchos años. GoPower!!!