Las habas son una de las legumbres más antiguas del mundo y aportan muchas propiedades
Esta legumbre es perfecta para comer cruda, en un guiso, con jamón o revueltas con huevo. Entre su multitud de propiedades, las habas son una fuente de proteína e hidratos de carbono. A su vez, son ricas en hierro y potasio que favorece el funcionamiento del sistema nervioso. Su aporte calórico es muy bajo, por lo que siempre es una buena opción como tentempié o snack (65 kcal por cada 100 gramos).
No solo es un alimento que ayuda a reducir el colesterol y prevenir enfermedades cardiovasculares, sino que tiene una gran historia por detrás:
Las habas son una de las legumbres más antiguas del mundo, se encuentran rastros de ellas ya en el Neolítico. Su origen se sitúa en el Norte de África y Asia Menor. Posteriormente fueron muy conocidas por egipcios y griegos hasta llegar, en el siglo XVI, a toda Europa.
Los antiguos egipcios llegaron a pensar que era una legumbre impura -debido a su extraña forma-, y que dentro de ellas se escondían las almas de personas ya fallecidas. Cuando las habas llegaron a manos de los romanos aún se pensaba que eran un alimento maldito, llegándose a prohíbir, comer o mencionar los jueves (día dedicado a Júpiter).
Por otra parte, los griegos también la relacionaban con los muertos. Pitágoras llegó ha mencionar que era un producto que debía ser evitado para no molestarlos y que llevaba la marca del diablo. De hecho, este filosófo las odiaba por más razones de las que podemos imaginar incluida la razón de que, según él, se parecían a las partes íntimas femeninas. Hoy en día, debido a esto, en Italia se elaboran dulces con forma de haba para recordar a los difuntos el 1 de noviembre.