Los vecinos y vecinas de la pedanía de Las ventas de Alcolea , denuncian que desde el mes de mayo del presente año, cuando la empresa Gestagua notificó que el agua no era apta para el consumo humano por niveles elevados de sulfatos, viven “pendientes del grifo” viéndose obligados a incorporar a su rutina, el organizar un despliegue logístico y comprar garrafas de agua para beber y preparar alimentos.
Señalan que en el padrón de Ventas de Alcolea, apenas figuran actualmente media docena de personas, aunque en periodos estivales la cifra se eleva la cifra hasta el medio centenar.
Han pasado meses y, pese a las llamadas frecuentes a Gestagua y al Ayuntamiento, los vecinos aseguran que apenas han recibido información clara, pública y regular sobre los pasos tomados para restablecer la potabilidad del suministro. Tras varias instancias presentadas en agosto, la Concejalía de Medio Ambiente informó de que, pese a reconocer el problema, no se contemplaba habilitar un suministro alternativo temporal ni una solución estructural a largo plazo por el coste que supondría para el municipio, y que la única medida prevista sería aplicar un descuento en las próximas facturas, proporcional a lo que Gestagua y el Ayuntamiento habían calculado por el servicio no prestado. Una solución con la que los vecinos dicen no estar conformes. Para los vecinos de la pedanía esto supone “es un reflejo de la llamada España vaciada”.
Añade que el agua potable es un servicio básico esencial, independientemente de la distancia a las grandes ciudades o de la densidad de población, y así lo establece la ley.
La pedanía reclama analíticas completas y periódicas, publicadas y explicadas en los canales oficiales del Ayuntamiento, de Gestagua y del Ministerio de Sanidad; un plan público con responsables, presupuesto y fechas realistas para recuperar la potabilidad; sistemas de abastecimiento alternativo certificados hasta que se solvente la incidencia; y, si el pozo que alimenta la red ya no puede garantizar el suministro, la inversión en una solución permanente. Piden, además, mayor transparencia y seguimiento, así como compromiso para salvaguardar el bienestar de los habitantes de esta pedanía.
Como muestra del consenso, los vecinos han presentado en el Ayuntamiento de Villarrobledo un escrito respaldado por 42 firmantes de entre sus vecinos reclamando soluciones efectivas.
